Las infecciones de transmisión sexual o ITS son infecciones muy comunes a cualquier edad. Existen más de 20 tipos de ITS causados por diversos patógenos, como virus, bacterias o parásitos calificados como más o menos graves. El contagio se produce al mantener relaciones íntimas sin protección, afectando así a nuestro bienestar o, aún peor, sin apenas ser conscientes de ello, razón por la cual vale la pena prevenirlas.
En este artículo, explicaremos qué ITS se pueden curar, además de dar a conocer los distintos tratamientos para algunas de las infecciones de transmisión sexual.
¿Qué ITS son curables?
Para saber si padecemos una ITS con tratamiento, lo primero es diagnosticarla llevando a cabo unas sencillas pruebas. Así, si has mantenido relaciones sexuales de riesgo o sospechas que sufres una infección de origen sexual, es fundamental que acudas a un médico antes de tomar cualquier medicamento.
Tu médico de cabecera, un ginecólogo o un urólogo pueden hacerte una revisión completa. Es importante tener un diagnóstico y tratarlas de la manera más rápida posible para evitar complicaciones y daños no reversibles. Además, como algunas ITS no provocan ninguna molestia, es fundamental acudir a revisiones médicas regulares para descubrirlas de forma precoz. A continuación, exponemos las ITS con tratamiento:
Clamidia
Se trata de una bacteria que causa clamidiasis. Puede cursar sin provocar ningún síntoma o producir molestias al orinar, durante el sexo o secreciones anómalas por el pene y la vagina. El diagnóstico se hace con una muestra de orina o una citología vaginal. La clamidiasis asintomática se detectará en las revisiones médicas periódicas. Se trata con antibióticos, de lo contrario, puede llegar a producir, en las mujeres, infertilidad o embarazos ectópicos.
Sífilis
Es una ITS causada por la bacteria Treponema pallidum. Cursa durante años y provoca llagas, sobre todo en los genitales, erupciones, especialmente en manos y pies, fiebre, cansancio, dolores o adelgazamiento. Se diagnóstica con un análisis de sangre y, en las primeras fases, se puede tratar con antibióticos. Las consecuencias de no hacerlo pronto son muy graves e incluyen daños cerebrales, ceguera, parálisis o incluso la muerte.
Gonorrea
Esta ITS está causada por la bacteria Neisseria gonorroheae. Puede provocar fiebre, molestias al orinar, secreción de fluidos por el pene o la vagina, sangrado uterino o dolor de garganta y en caso de no tratarla con antibióticos, puede llegar a causar infertilidad. Se diagnóstica examinando una muestra de tejido al microscopio o mediante una prueba de ADN. Destacamos también el aumento de riesgo en contraer VIH (1) a través de la gonorrea.
Tricomoniasis
Infección causada por el parásito Trichomonas vaginalis. Aunque no siempre aparecen síntomas, éstos incluyen mal olor vaginal, flujo anómalo, picor o dolor durante el sexo o al orinar. Puede diagnosticarse con una citología vaginal o una muestra de orina. Se trata con antibióticos y también puede aumentar el riesgo de contraer VIH. En mujeres embarazadas, puede provocar un parto prematuro o el nacimiento de un bebé de bajo peso (2). En los hombres puede llegar a causar infección de uretra o de próstata.
Piojos púbicos o ladillas
Se trata de insectos parasitarios en la zona genital que se alimentan de sangre, lo que provoca un gran picor. El diagnóstico se confirma porque es posible verlos directamente. Se pueden eliminar con la ayuda de lociones o champús con este fin y retirando las ladillas (también llamadas liendres) o huevos con un peine de púas finas. Si no se tratan, las picaduras pueden infectarse, además de que se aumentará el riesgo de contagio a tus parejas sexuales.
¿Y qué pasa con el resto de ITS?
Ahora que ya sabes qué ITS son curables, es importante mencionar que existen algunas cuyos síntomas se pueden aliviar con medicación pero sin lugar a cura, por ejemplo, el herpes genital. Con fármacos se evitan las úlceras que causan y disminuyen los brotes. Lo mismo sucede con el VIH, que es posible controlarlo con antirretrovirales. Antes de tomar cualquier medicamento, consultase con su médico para su diagnóstico y tratamiento.
Otras ITS pueden requerir tratamiento de por vida. Un ejemplo es la hepatitis B. Se medica para reducir el riesgo de desarrollar enfermedad hepática pero no se cura. Por último, destacamos aquellas infecciones caracterizadas por el cuidado de su prevención, como por ejemplo el Virus del Papiloma Humano (VPH) o la hepatitis B, que al no tener cura, es imprescindible prevenirlas.
Usa el condón para prevenir ITS
Siempre es mejor prevenir y evitar este tipo de infecciones, ya que, incluso las leves, son molestas, transmisibles o pueden complicarse. La mejor prevención es el buen uso del condón en todas las relaciones sexuales ya que los preservativos no solo pueden evitar embarazos no deseados, sino que, al establecer una barrera entre los genitales y los fluidos corporales, dificultan la transmisión de ITS. Utilízalo siempre y durante toda la relación.
(1) Figure 1 World Health Organization, Sexually transmitted infections (STIs) Fact Sheet
(2) Ministerio de Sanidad Servicios Sociales e Igualdad. Infección por Tricomonas (Tricomoniasis) [Ebook] (pp. 1-2). Retrieved from https://www.mscbs.gob.es/ciudadanos/enfLesiones/enfTransmisibles/sida/docs/hojaInformativaTricomonas.pdf